jueves, 16 de junio de 2011

El hombre más feliz del mundo

Matthieu Ricard nació en 1946 en el seno de una familia acomodada francesa. Debido a la profesión de su padre, Jean-François Revel, un filósofo francés reconocido, Matthieu se movió por ambientes intelectuales franceses que le ayudaron a promover sus inquietudes en cuanto al conocimiento cultural oriental.

Es doctor en genética molecular por el Instituto Pasteur. Años más tarde decidió abandonar su carrera como científico y dedicarse a la práctica del budismo, por lo que se trasladó a Nepal. Allí se hizo alumno de varios maestros budistas, se dedicó a una de sus pasiones, la fotografía, y ejerció de asesor del Lama Tenzin Gyatso.


Durante este tiempo, Ricard ha pasado a vivir en una celda de 2x2,  no tiene una gran empresa, no usa móvil, ni viste ropa de marca…se desprendió de todo aquello que en el mundo occidental consideramos que da la felicidad, incluso de una inminente ascensión en el mundo de la ciencia. Y sin embargo, hoy por hoy, Matthieu Ricard es considerado el hombre más feliz sobre la faz de la Tierra (según la universidad de Winsconsin).

La razón a esta felicidad hay que buscarla en que es un hombre que no siente estrés, coraje o frustración. Además se siente satisfecho y plenamente realizado. Lo demuestran los distintos escáneres,  resonancias magnéticas y demás pruebas medicas que se le realizaron durante el estudio y comparándolo con el de otras personas. Demostrando que se sale de los parámetros habituales.

Y el culpable de esta felicidad según el investigador, Richard J. Davidson, es de la capacidad que tiene el cerebro de se modificado por los pensamientos que queremos tener (plasticidad de la mente), es decir, la capacidad que tiene el cerebro de ejercitar ciertas neuronas, las que más utilizamos y que, con un debido entrenamiento, seríamos capaces de fortalecer nosotros mismos.

No se trata de decidir ver la vida en rosa de un día para otro, sino de trabajar sistemáticamente en debilitar esos músculos de infelicidad que tanto hemos fortalecido creyéndonos víctimas del pasado, de los padres o del entorno, y paralelamente, comenzar a ejercitar los músculos mentales que nos hacen absoluta y directamente responsables de nuestra propia felicidad

Matthieu Ricard

lunes, 6 de junio de 2011

El chiste más divertido del mundo

En 1831 se creó la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia (o BAAS, en ingles). Fue creado por Brewster, un óptico al que no le gustaba la elitista Royal Society.

Gracias a la BAAS tenemos unidades como el vatio o el libro de Malinowski "Los argonautas del Pacífico Occidental". Fue además participe del famoso debate entre Huxley y el obispo Willberforce sobre la teoría de la Evolución.

También ha tenido sus tropiezos, como cuando el 1900, el señor Kelvin dijo que la física ya había llegado a su tope.. También podemos considerar otro tropiezo el siguiente, aunque éste es más subjetivo:

En 2005 pidieron a internautas de todo el mundo que dijeran sus chistes favoritos para después pasarlos a votación popular. Aquí tenéis el resultado:

Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya. No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos. El otro hombre toma un teléfono celular y llama al servicio de emergencias. Dice jadeando al operador: “¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?”.
El operador con un tono de voz calmado y suave le responde: “Tómelo con calma. Primero, vamos a asegurarnos de que está muerto”. Se hace un silencio, luego se escucha un disparo. De regreso al teléfono, el cazador dice: “¿Y ahora qué?”

En fin, ¿qué pensáis de él? A mi la verdad...no me hizo mucha gracia,¿y a vosotros?

PD: ¿me contáis alguno?