miércoles, 20 de abril de 2011

Semana Santa

Un año más llega la Semana Santa. Un año más tengo que asistir al discursito de turno que cualquier listillo llega y me da sobre lo mal español que soy y lo poco que respeto las tradiciones, simple y llanamente no me gusta esta fiesta. No me ha gustado ahora, que me siento bastante lejos espiritualmente hablando de lo cristiano, ni me gustaba antes cuando era más cristiano, católico y apostólico que San Pedro.

Dejando mis creencias a parte, soy de los que piensa que el verdadero sentido de la Semana Santa se ha perdido, y salvo unos cuantos fieles que parecen entender que lo que se celebra es la conmemoración del milagro más importante realizado por Jesucristo, la resurrección, otros están totalmente olvidados de esa finalidad y sólo se centran en su extraño modo de vivir la "fe católica" y es que parece que sólo son católicos esta semana.

Durante este tiempo, parece ser que ser costalero o salir en la procesión es lo único que va a salvar tu alma, poco importa lo poco cristiano que hayas sido el resto del año, esta semana lo salva todo. Y lo peor es la presunción con la que lo llevan algunos.

Quizá estos exagerados que viven la Semana Santa con desmesurada devoción se olviden de un punto, y es que es Jesucristo el rey de este cotarro. Por estos días, los más importantes y activos del calendario litúrgico, la Iglesia tiene preparado para todos los...a falta de una palabra mejor...semanasanteros unos cuantos actos, a los que, si realmente tienes esa fe de la que presumes, debes acudir, más que nada por ese santificarás las fiestas que anda por ahí. Hablo de los Oficios y de la Vigilia Pascual. Misas dedicadas a recordar los acontecimientos a los que nos dedicamos a recordar en estos días, y que no están de adorno oiga, y son, con toda seguridad, la parte más importante de la Semana Santa, mucho más que las procesiones y las saetas, porque es con la iglesia(la de i minúscula) con la que hay que celebrar estos días.

Me parece que he dejado salir demasiado a un yo metido en lo más profundo de mi ser. Lo más curioso es que a esta conclusión no llegué sólo y que tuve que ser Don Pedro, un cura, el que me hizo llegar a ella, él aún era más radical en sus conclusiones. Sé que cuando se habla de fe se tiene que andar con cuidado, puedes remover algo en lo más profundo de las personas que la tienen. Sólo pretendo dar mi opinión, o más bien lo que creía antes, ahora ya me da igual, como decía, mi opinión que es tan válida y respetable como cualquier otra, además, que cada uno viva su fe como quiera.

1 comentario:

  1. En temas de la iglesia desde hace año y algo soy neutral... . Pero lo que dices me parece muy muy coherente. Enhorabuena!

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